Barranquilla sigue clamando justicia. Hoy se cumple un año del acto terrorista a la Estación de Policía del barrio San José, una barbarie que dejó a la ciudad herida.

Este acto terrorista, que cobró la vida de seis policías y dejó 43 más heridos, nunca será olvidado por la capital del Atlántico, por lo que los culpables deben ser condenados.

El mismo del ataque, perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fue capturado Cristian Camilo Bellón Galindo, el autor material del atentado, aquella mañana de sábado de precarnaval.

El mencionado fue aprehendido cerca a la Estación, con varios objetos que demostraban que era un terrorista.

Sin embargo, este señor no actuó solo. En la madrugada del domingo 28 de enero de 2018, las autoridades emitieron la imagen del cómplice de Bellón Galindo. Se trataba de Jefferson Torres Mina.

Este hombre, de tez negra y dificultad para caminar con normalidad, estuvo desde diciembre de 2017, en el municipio del Atlántico.

Recibió alojamiento en la casa de Dalila María Duarte Martínez y Nilson Mier Vargas, los otros capturados por el atentado a la Estación San José y el CAI de Soledad 2.000, en Soledad.

Torres Mina se escondía en la vivienda de los mencionados, en el barrio El Ferry de Soledad. El terrorista le hizo "inteligencia" a la Estación de Policía. 

También, a finales de diciembre, compró una motocicletaen Barranquilla, por más de 3 millones de pesos. En este trámite, según las autoridades, habría sido acompañado por Vargas Mier, el 5 de enero de 2018.

Siete días después de comprar la motocicleta (12 de enero de 2018), Jefferson Torres Mina fue captado por las cámaras de seguridad de la Secretaría de Tránsito y Transporte de Galapa, Atlántico.

El guerrillero renovó su licencia de conducción y al día siguiente recibió en la vivienda del barrio El Ferry de Soledad, a Cristian Camilo Bellón Galindo.

Días después, los dos también fueron captados por una cámara de seguridad de un supermercado en Soledad, haciendo "compras", días antes de perpetrar el atentado, en el barrio San José.

De hecho, Torres Mina fue el encargado, de acuerdo con la Fiscalía, de instalar los dos artefactos en la Estación de Policía, antes de que los uniformados hicieran la formación previa a la explosión.

Una cámara de seguridad del barrio captó caminando Jefferson Torres Mina, cerca a la Estación, después de instalar los explosivos.

El terrorista escapó ese mismo día de la ciudad, en la motocicleta que compró. Una cámara de seguridad lo captó a las 2 de la mañana, en la Terminal de Transporte de Bucaramanga. Había cambiado su corte de cabello, estaba rapado.

Desde esa imagen, no se supo más nada de Torres Mina. Pasó un año del vil atentado terrorista y las autoridades desconocen su paradero. El tipo se esfumó y los $50 millones que ofrecieron de recompensa, no sirvieron para nada.

Las condenas aún no han llegado

Además, de la no captura de Jefferson Torres Mina, los otros aprehendidos aún no han sido condenados por la justicia colombiana.

De hecho, el pasado 16 de enero de 2019, la audiencia preparatoria del caso, en contra de Cristian Camilo Bellón Galindo, Nilson Mier Vargas y Dalila Duarte Martínez, fue aplazada para el 19 de junio.

Este aplazamiento se dio porque los abogados de Bellón Galindo y Duarte Martínez, no se presentaron a la audiencia, una clara muestra de lo dilatado que está el caso.

La justicia colombiana sigue siendo chueca y las autoridades también demuestran poca efectividad, pues Jefferson Torres Mina, goza de libertad.

Las víctimas pidieron a la Fiscalía General de la Nación que se prolongue la orden de captura en contra de este terrorista. 

Barranquilla no olvida el día que el terror la sacudió y le generó temor, por lo que clama justicia para los responsables.